jueves, 4 de febrero de 2016

MÚSICA CATÓLICA


La música católica incluye, entre otras, la música sacr, música contemplativa y de meditación.
Los estilos de música contemporánea no son muy aceptados dentro de la Iglesia católica, cobre todo en Misa; sin embargo, existen algunos exponentes que se han abierto más espacio en el ámbito, sobre todo para eventos de jóvenes católicos. Algunos de los principales exponentes de la música católica el cantante Martín Valverde, el grupo de rock brasileño Rosa de Saron, el grupo Son By Four o la música del padre Joan Enric Reverté.
Algunas monjas, como por ejemplo Sor Sonrisa o la Hermana Glenda, han incursionado como cantautoras e intérpretes de canciones que muestran una apertura de la música sacra hacia la música popular, y que promueven desde la perspectiva católica, el culto a Dios.


Música Católica en México

Un músico católico mexicano fue Gaspar Fernandes, un organista, maestro de capilla y compositor portugués activo en las catedrales de Guatemala, Puebla y Oaxaca. Sus atribuciones aquí eran las de acompañar al coro en la misa y el oficio divino, y mantener afinados los órganos. Pero sin duda la acción de más trascendencia para la posteridad fue el hecho de que en 1602 Gaspar Fernandes compiló algunos de los libros de coro polifónico que han llegado hasta nuestros días, reflejando así el uso de la música polifónica en la liturgia católica de la catedral. En 1603 el amigo de Fernandes, Pedro Bermúdez, dejó la catedral de Santiago de Guatemala para aceptar la invitación del cabildo eclesiástico de Puebla de los Ángeles de desempeñarse como su maestro de capilla. Gaspar Fernandes se convirtió en sucesor de Bermúdez en Guatemala, siendo el primero en desempeñarse como maestro y organista al mismo tiempo. Sin embargo, al morir Bermúdez en 1605, el cabildo poblano logró interesar a Fernandes, quien dejó Guatemala y nuevamente asumió la sucesión de aquel. Aquí permaneció por el resto de su vida, falleciendo en 1629. Los sucedió en el puesto de maestro de capilla el malagueño Juan Gutiérrez de Padilla.
Durante la compilación de los libros de canto de órgano en Guatemala, Gaspar Fernandes compuso un Magníficat del quinto tono que hacía falta para completar los de los otros siete tonos o modos eclesiásticos. Además, proveyó los ocho Benedicamus Domino que faltaban, uno para cada uno de los tonos. También compuso unos fabordones sin texto, y un himno de vísperas para la fiesta de los Ángeles Guardianes. Su producción en Puebla difiere radicalmente de la de Guatemala, ya que en esta nueva etapa se enfocó exclusivamente en la composición de villancicos vernáculos para maitines, en idiomas vernáculos. En el Archivo Musical de la Catedral de Oaxaca se encontró la colección íntegra del Cancionero Musical de Gaspar Fernandes con más de 300 cánticos religiosos populares, en su mayoría escritos en español y náhuatl.
El texto de la Misa Oaxaqueña, surgió como una adaptación tomada de los textos del cantoral religioso oaxaqueño del periodo medieval, del texto litúrgico en español de la misacatólica. La obra adopta estrictamente la estructura de una misa.

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